El Ebola, la pobreza y los proyectos de estratégicos de salud
“ frente
a la pobreza, la injusticia y el infortunio social de los pueblos, los gérmenes
como causa de enfermedad, son unas pobres causas”.
Dr. Ramón Carrillo
La evolución epidemiológica de la infección por Virus Ébola
en el occidente africano se caracteriza por ser un brote prolongado que lleva más
de 6 meses de duración y de una alta tasa de letalidad aproximada al 53%, según
los registros estadísticos que se disponen.
Se sabe que la vía de contagio del Virus Ébola es a
través de los líquidos corporales. Es necesario que exista contacto con la
persona infectada, sus prendas de vestir, su ropa de cama, etc. La situación de
convivencia en hacinamiento y el déficit nutricional crónico son entonces los factores
determinantes para la aparición, diseminación y sostenimiento del brote.
Planteado en términos generales, la injusta distribución de la tierra y la
exclusión del acceso a la vivienda y hábitat dignos son los determinantes
sociales de este flagelo llamado Ebola.
Estas condiciones de vida son las mismas que también
dan una alta tasa de incidencia y de prevalencia en estos países a la rubéola y
tétanos congénitos, al sarampión, la poliomielitis, la malaria, el cólera y la
mortalidad materna entre otros graves problemas de salud, sólo que no se
conocen. No casualmente la esperanza de vida al nacer oscila entre los 46 y 60
años en estos países.
En este drama humanitario confluyen además un conjunto
de factores condicionantes de la evolución del brote epidémico volviéndolo
prolongado y de alta letalidad. Los principales son la fragilidad del sistema
de salud que imposibilita el acceso a la atención médica precoz de los
individuos sintomáticos, la imposibilidad del aislamiento de pacientes y la escasez
de dispositivos para el tratamiento de las formas complicadas por hemorragia y
deshidratación.
Se agregan a lo anterior, las condiciones de trabajo de
los trabajadores de la salud que además de ser escasos a priori (la OMS calcula
1 o 2 médicos cada 100 mil habitantes), se exponen al contagio debido a la
ausencia de condiciones de bioseguridad, por lo que ya han contraído la
enfermedad más de 300 trabajadores de la salud, de los cuales la mitad ya han
fallecido.
Conociendo
la epidemiología de este brote, podemos afirmar que la infección por virus Ébola
es otra enfermedad de la pobreza y la exclusión.
Esta característica es la diferencia sustancial con las otras “epidemias
mediáticas” de los últimos años, como la Gripe H1N1, las cuales debido a su forma
de transmisión no respetaron sectores sociales afectando a todos los grupos,
sólo que con baja letalidad.
El
sector financiero-farmoquímico transnacional sabe claramente que no existe posibilidad de que la
infección afecte a los sectores sociales medios y altos de países centrales y
que sería excepcional, que pueda llegar a afectar a algunos de sus núcleos de pobres.
El impacto económico sería mínimo, porque en la peor hipótesis no afectaría a
sus trabajadores más calificados y de más difícil reemplazo por enfermedad o
muerte y que sería mínimo en la fracción de trabajadores desocupados y de baja
calificación, que además los consideran de fácil reemplazo por otros
trabajadores en caso de enfermedad o muerte.
Estos actores financieros saben además que este hecho
social llamado “brote de Ébola” conmueve y sensibiliza a los pueblos del mundo
por el costo en vidas que implica, el
impacto de la construcción que hace el partido financiero mediático global
nos hace percibirlo como un problema crítico, de vida o muerte, y pasa a ser un
eje poderoso para llevar adelante su batalla cultural. En este plan lo primero
que busca es construir un enemigo en la
opinión pública; necesita que todos creamos que nos encontramos frente a un
virus de una malignidad y letalidad inauditas y que frente a este enemigo sintamos dosis crecientes de inseguridad y
angustia sobre nuestra propia vida. El ébola pasa a ser así un nuevo
problema de vida o muerte para todos (aunque lo sea realmente para los excluidos
y las excluidas del occidente africano).
Párrafo aparte, merece el análisis del rol de la OMS
legitimando la mirada del virus como enemigo, ya que lo mismo ocurrió con el
caso de la gripe H1 N1, en el año 2009.
Al imponer este eje, se ocultan los determinantes y
condicionantes sociales. Se Instala la idea de que la solución a este
problema pasa por tener la vacuna para prevención y medicamentos para el
tratamiento. Nuevamente, es la transnacional GlaxoSmithKline (GSK) el
laboratorio que tiene más avanzado el desarrollo de la vacuna contra el Ébola,
que ha sido probado en animales “con resultados excelentes”, según funcionarios
de la OMS. Entonces la urgencia mundial, hace que se le facilite y acelere todo
el proceso de investigación y desarrollo de esta vacuna desde el mes de setiembre
pasado, y los ensayos clínicos se harán en… África Occidental. Luego de aprobada
con trámite express, vendrá la recomendación de la OMS para que todos los
estados del mundo compren la vacuna y la entreguen gratuitamente a sus
ciudadanos, para salvarnos del “enemigo Ébola”.
Como en las otras crisis
sanitarias, la salida que proponen es
más medicalización y no la organización sanitaria y comunitaria; denostando
el uso de tecnologías que podrían ser apropiadas y aceptables para pueblos como
el del Africa Occidental, como por ejemplo en este caso podría ser la donación
solidaria de sangre de personas que se han curado, para la inmunización pasiva
de los susceptibles (personas sanas que aún no se han contagiado), como enuncia
la directora de la OMS.
El Impacto general en estos
países africanos ya es devastador, no sólo en términos sociales, sino también económico.
Pondrá a sus economías ya frágiles, de rodillas frente al poder financiero global.
Se calcula que todos estos países reducirán su PBI en los años siguientes y …
se endeudarán para siempre.
En América latina existe pobreza
y exclusión, esto hace viable el desarrollo de brotes epidémicos de Ébola. Sin
embargo las mejores condiciones de infraestructura y estructura socio-sanitaria
pueden permitir el desarrollo de planes de contingencia para bloquear con los
brotes que puedan producirse. Pero nuestros grandes conglomerados poblacionales
vistos como grandes centros de consumo, son el escenario propicio para el
mercado de los medicamentos. Los estados de la región pueden verse presionados
en un mediano plazo, para la compra de lotes de vacunas a la transnacional GSK
y compañía, este es el “plan de negocios Ébola” del sector financiero-farmoquímico
en la región.
Frente a esto, desde el proyecto nacional popular
latinoamericano de salud en manos del pueblo debemos continuar
redistribuyendo integralmente la riqueza, con mejor alimento y hábitat digno para
los sectores más vulnerables, con más estructura sanitaria derribando las
barreras que aún existen para el acceso a los servicios de salud y con más
organización y participación solidaria como pueblo, caminando hacia la
soberanía política e independencia farmacológica para la justicia social de
nuestros pueblos. Ese es nuestro mejor
anticuerpo contra el Virus del Ébola y contra el virus financiero-farmoquímico
neoliberal.
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