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viernes, 10 de noviembre de 2006

"Hallan un paraíso submarino con peces y corales desconocidos"



Sería la zona con mayor diversidad marina del mundo; posee unas 1800 especies
En las aguas que bañan las costas occidentales de la isla donde una expedición internacional encontró el verano último un paraíso escondido con especies que se consideraban extinguidas hasta entonces, un grupo de científicos marinos halló una zona con la mayor diversidad submarina conocida hasta el momento, que posee 70 especies de peces y corales desconocidos para la ciencia. Entre los peces y corales que esconde ese maravilloso mundo acuático en la costa noroeste de la provincia de Papúa, en la isla indonesia de Nueva Guinea, están una pequeña bamboa hombrera (un tiburón que usa sus aletas para "caminar" sobre el lecho marino) y las más coloridas poblaciones de peces de arrecife que habitan corales de todas las formas y tamaños. En los seis sitios estudiados, el equipo dirigido por la organización Conservation International (CI) logró identificar a 1200 especies de peces y unas 600 especies de corales que, para los expertos, representan el 75% de la cantidad total conocida en el mundo hasta el momento. Entre las 50 especies nuevas de peces hay percas enanas (pseudocrómidos), Pomacentrus , Meiacanthus y Paracheilinus walton y Cirrhilabrus cenderawasih , que asombran por sus destellos intermitentes. Coordinado por Mark Erdmann, consejero senior del Programa Marino en Indonesia de CI, el grupo de biólogos marinos realizó dos expediciones por aguas en las que apenas el 11% del área está protegida para conservar la biodiversidad y controlar los efectos de la actividad pesquera, que se caracteriza por el uso de dinamita y cianuro para aturdir o matar a los peces y los corales. "Esos arrecifes de Papúa son literalmente «fábricas de especies marinas» que demandan una atención especial para protegerlas de las amenazas existentes, de modo que puedan seguir siendo útiles para sus propietarios locales y la comunidad mundial", declaró Erdmann, a través de un comunicado que CI envió a LA NACION. "Los seis sitios a los que realizamos nuestras expediciones tienen el tamaño de aproximadamente dos canchas de fútbol y poseen unas 250 especies de corales pétreos cada una", agregó Erdmann. En las expediciones participaron también investigadores de la Universidad Estatal de Papúa, del Departamento de Protección Forestal y Conservación de la Naturaleza (Ministerio de Bosques) de Indonesia, de la Administración del Parque Nacional de Teluk Cenderawasih y del Fondo Mundial por Indonesia. Para el doctor Lyndon DeVantier, del Instituto Australiano de Ciencias Marinas, los hallazgos en aguas del denominado Triángulo de Coral asiático son excepcionales. "Con mi colega Emre Turak, estuvimos trabajando con los corales y las comunidades de corales de la región -comentó entusiasmado a LA NACION-. La zona forma claramente la parte central del área marina tropical de mayor diversidad sobre la Tierra. Registramos unas 600 especies de corales formadores de arrecifes, de los que la ciencia desconocía una cantidad considerable." Según el biólogo australiano, se trataría de unas 20 especies nuevas sobre las que ya se están realizando los análisis taxonómicos. Para dar una idea de lo que representa la magnitud de corales hallados, DeVantier la comparó con un tercio más de las especies existentes en la Gran Barrera de Coral (Australia), casi el doble de la cantidad hallada en el Mar Rojo y unas diez veces más que la del mar Caribe. "No sólo es excepcional la riqueza regional, sino también la diversidad local -señaló-. Uno de nuestros objetivos más importantes es lograr la conservación y protección de especies marinas y terrestres a corto plazo.

Por Fabiola Czubaj De la Redacción de LA NACION
Buenos aires -Argentina-

domingo, 5 de noviembre de 2006


Anuncian un colapso de los mares en 2048

WASHINGTON (AFP).- La acelerada desaparición de la biodiversidad marina, como consecuencia de la pesca excesiva y de la contaminación, amenaza la seguridad alimentaria del planeta y el medio ambiente, según reveló un estudio internacional que se publica hoy en la revista Science.


De mantenerse la tendencia actual, casi todas las especies de peces y de crustáceos para consumo humano habrán desaparecido de los océanos antes de 2050, advirtieron los ecologistas y economistas autores del informe.

Esta exhaustiva investigación, la más amplia hasta ahora sobre el tema, realizada durante cuatro años, revela también que la desaparición de una única especie acelera el desajuste del conjunto del ecosistema. A la inversa, toda especie que recupera su tasa normal de reproducción contribuye a la salud y a la estabilidad de los océanos, así como a su capacidad de absorber impactos como la contaminación y el calentamiento global.

Los científicos explicaron que la pérdida de biodiversidad reduce la capacidad de los océanos de producir peces y crustáceos, resistir al desarrollo de parásitos y producir oxígeno. "Lo que se observa en experimentos delaboratorio o en los estudios de los océanos es que la productividad y la estabilidad de todo el ecosistema marino disminuyen", señaló Boris Worm, biólogo de la Universidad de Halifax, uno de los autores del informe.

Extraído de La Nación

miércoles, 1 de noviembre de 2006

Acerca de los elefantes


Demuestran que también los elefantes tienen autoconciencia

Comparten esa capacidad cognitiva con los delfines, los simios y los humanos
NUEVA YORK.– Para quienes estudian el desarrollo de la inteligencia en el reino animal, la autoconciencia es una medida importante. Un animal que es consciente de sí mismo tiene un alto nivel de habilidad cognitiva.

La conciencia puede ser probada al estudiar si un animal es capaz de reconocerse en un espejo. Muchos animales fracasan en este sencillo ejercicio, y prestan poca atención a la imagen reflejada.

Sólo los seres humanos, cuatro primates (los más cercanos al hombre) y, más recientemente, los delfines, han demostrado reconocer que la imagen que miran en el espejo es de ellos mismos.

Ahora otro animal se ha unido al club. En la edición electrónica de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, investigadores norteamericanos informan que el elefante asiático ha superado la prueba de reconocimiento en el espejo.

"Pensábamos que el elefante era el siguiente candidato importante", dijo Diana Reiss, de la Wildlife Conservation Society, autora del estudio realizado junto con Joshua M. Plotnik y Frans B. M. de Waal, de la Universidad Emory, Estados Unidos. Con su grande y complejo cerebro, su comportamiento empático y altruista y su organizada vida social, dijo Reiss, los elefantes "parecían los primos cognitivos de los simios y los delfines".

"La complejidad social en los elefantes, su comportamiento altruista reconocido y naturalmente su enorme cerebro hacían de este animal una elección lógica para ponerlo a prueba", coincidieron los investigadores.

La prueba crucial

Los investigadores realizaron los estudios con Happy, Maxine y Patty, dos hembras del Zoológico del Bronx, de Nueva York, donde funciona la sociedad donde trabaja Reiss.

Colocaron un espejo de casi tres metros de alto en una de las paredes del área de juego de los animales (fuera de la vista de los visitantes del zoológico) y grabaron lo que sucedía con cámaras de video; una de ellas estaba colocada detrás del espejo.

Los elefantes exhibieron el comportamiento típico de otros animales autoconscientes. Examinaron el espejo, en algunos casos utilizando sus trompas para explorar lo que se encontraba detrás, y también la utilizaron para examinar distintas partes de su cuerpo.

"Maxine, Patty y Happy inmediatamente fueron hasta el espejo cuando fueron liberadas, lo que realmente fue una sorpresa para nosotros porque la mayoría de los animales, cuando son expuestos al espejo, actúan inmediatamente como si se tratara de otro animal", afirmó Josh Plotnik.

Sin embargo, de los tres elefantes, sólo Happy pasó la prueba crucial, en el que una marca visible fue pintada a un lado de su cara.

Ella solo podía distinguir que la marca estaba allí mirándose en el espejo, y ella usó el espejo para tocarse (hasta 47 veces, según contaron los investigadores) la marca con la trompa.

La doctora Reiss dijo que no era inusual que sólo uno de los tres elefantes pasara el test; con otras especies que poseen autoconciencia, un gran número de ejemplares no pasan la prueba.

Pero los resultados con Happy, dijo, constituyen un "bello caso de convergencia cognitiva" con otros animales autoconscientes.

"Ya era sabido que los elefantes eran inteligentes, pero ahora podemos hablar de su inteligencia con más propiedad y de una forma más específica", concluyó.

Por Henry Fountain
De The New York Times

viernes, 27 de octubre de 2006

Miedo a volar


"El miedo te paraliza. Estás seguro de que te vas a morir y es imposible pensar en otra cosa. Todavía no puedo creer que me haya salvado", relata Pablo, protagonista de un accidente aéreo. Pero al contrario de lo que pueda pensarse, lo de Pablo no fue un milagro o un accidente con suerte, porque sobrevivir a un accidente aéreo no es tan insólito como se cree. Si nos atenemos a las estadísticas, lo más sorprendente de Pablo no fue haberse salvado del accidente, sino haber estado en uno.

La probabilidad de sufrir un accidente aéreo es de 1 en 5 millones
. Pese a eso, si aún una persona sufre un accidente al volar, los números también le son favorables. En las ocho décadas de aviación civil, el 60% de pasajeros que estuvo en un accidente, se salvó. Y la cifra se eleva a un impresionante 90% en los últimos 10 años, gracias a los avances científicos y tecnológicos.
¿Qué más dicen las estadísticas? Que una persona tendría que viajar en avión 5 mil kilómetros por semana durante 940 años para encontrar su muerte. Y que volar es 21 veces más seguro que viajar en auto, 18 que estar en casa, 10 que estar en el trabajo y que es 6 veces más probable que a uno lo mate su esposo o esposa que morir en un avión. Cifras rotundas. Sin dudas, volar es la forma más segura de viajar.
Sin embargo, para muchos, subir a un avión puede ser una experiencia estresante e incluso traumática. Los especialistas creen que si la persona tiene conocimiento de estas estadísticas, el vuelo puede ser más satisfactorio. "Dos de cada tres personas sufren trastornos a la hora de volar ", cuenta el psiquiatra Claudio Plá Alem que, con su programa "Poder Volar", ayuda a los pasajeros a superar este miedo. "Además de diversos tratamientos, hacerle saber a los pasajeros sobre las bajas probabilidades que tienen de sufrir un accidente, es una forma de que superen su fobia a volar", asegura Plá.
También para el ingeniero Aeronáutico Rubén Miguel Cafaro, conocer las estadísticas "es todo lo que se necesita para poder volar tranquilo". "Lo que pasa es que mucha gente no las conoce y por eso cree que puede sufrir un accidente, y que de éstos no se salva nadie; pero las estadísticas son contundentes", afirma el ingeniero.

Suerte y algo más.

Claro que estar de un lado u otro de las estadísticas (de los que murieron en un accidente o de los que se salvaron), es una cuestión de suerte. ¿O no tanto?
"Sobrevivir a un accidente aéreo no es sólo un asunto de suerte. Hay acciones que podemos emprender para aumentar las posibilidades de salir con vida", asegura el experto en Seguridad Aérea Ed Galea en una nota de la BBC.
Galea realizó un estudio con un muestra de unos 2 mil sobrevivientes a tragedias en aviones y destacó que "realizar los 5 puntos que recomiendan los tripulantes puede aumentar las posibilidades de salir con vida".
La primera es Cómo sobrevivir en el momento del impacto. "En el momento de una eventual descompresión y caída, es muy importante pegar el pecho a las rodillas tanto como podamos, eso nos impide ser lanzados o golpearnos con lo que tenemos enfrente", cuenta la azafata Verónica.
En la lista siguen Las decisiones cruciales que se deben adoptar durante el momento de la evacuación; Qué hacer en caso de un incendio a bordo, y también, Cómo sobrevivir si el avión se precipita al agua. Tanto Galea como Verónica recomiendan que "si el avión se incendia y el humo no permite una buena visibilidad, lo que debemos hacer es contar el número de filas que nos separan de las salidas de emergencia al subir al avión, así podemos saber con precisión cómo escapar en ese momento de incertidumbre".
La última de las cuestiones a considerar es Dónde me debo sentar para incrementar las posibilidades de supervivencia. "La creencia es que sentarse cerca del ala es más seguro, pero no es así. No hay un lugar mejor que otro, porque no tenemos maneras de saber qué parte de la nave sufriría el siniestro", concluye Verónica.
Aunque los números gobiernen al mundo _según el pensamiento del filósofo y matemático griego Pitágoras_, se sabe que son fríos. Las estadísticas demuestran, sin lugar a dudas, que viajar en avión es el medio más seguro, pero lo cierto es que no dejan de ser números. El impacto generado por la fatalidad de los accidentes aéreos es tal, que ha inspirado a cientos de libros y películas, e incluso, a uno de los atentados más espectaculares de todos los tiempos. Y además, generan el terror a volar en dos de cada tres personas. Es que si lo pensamos bien, para el hombre, volar no tiene nada de natural.

sábado, 21 de octubre de 2006

Analizaron el ADN de un Neandertal



PARIS (AFP).- Los ancestros del hombre de Neandertal se separaron de nuestros antepasados hace medio millón de años, concluyeron dos equipos de científicos que analizaron el material genético de un hueso que tiene unos 38.000 años.
Los dos estudios, realizados a partir del ADN de un fósil hallado en 1980 en la gruta croata de Vindija, cerca de Zagreb, llegan a conclusiones similares. Publicados en las revistas Nature y Science , coinciden en afirmar que no se ha detectado mestizaje entre nuestra especie y la suya, uno de los temas de discusión preferidos durante los últimos años entre los científicos.

Según uno de los equipos, el divorcio entre el Neandertal y el Homo sapiens tuvo lugar hace 465.000 a 569.000 años, mientras que el otro lo sitúa entre 120.000 y 670.000 años atrás y se inclina por una estimación de aproximadamente 370.000 años. El primer grupo, constituido por investigadores alemanes, estadounidenses y croatas, analizó por secuenciación directa el ADN nuclear, el de los núcleos celulares, de este hombre prehistórico. El ADN nuclear se usa por oposición al ADN mitocondrial, ausente en los núcleos y esencialmente transmitido por la madre, motivo por el que pierde interés para los estudios sobre la evolución. El segundo equipo, germano-estadounidense, recurrió a la metagenómica, que permite comparar varios genomas entre sí.
 
Se publicó en Science y Nature 

miércoles, 20 de septiembre de 2006

"Es el primer indicio de que podemos cambiar el planeta no sólo para mal, sino para bien"


Agujero de ozono: afirman que se habría detenido su crecimiento

Un panel de expertos estima que en 2050 habrá recuperado el nivel de los años 80

Es oficial: el "agujero de ozono" en la Antártida se va estabilizando. Medido tanto por su alcance geográfico como por su gravedad, este formidable rasgón en la cubierta gaseosa que protege a la vida terrestre de la radiación solar ultravioleta (UV) parece no seguir agrandándose. Y se espera que se cierre a lo largo de este siglo.

De igual modo, la capa de ozono también ha dejado de deteriorarse. Se cree que se irá restableciendo hasta alcanzar, en 2050, los niveles de los años 80, cuando su erosión empezó a notarse y medirse por primera vez. En cambio, el "agujero" antártico hará lo propio sólo entre 2065 y 2070.

Esto lo afirma el informe de 2006 del Panel Asesor Científico (SAP, según sus siglas en inglés), organismo internacional que monitorea este fenómeno que hace 20 años se volvió la amenaza más urgente dentro de ese abanico de alteraciones geofísicas graves llamado cambio global. La noticia la adelantó la ingeniera Susana Díaz, investigadora a cargo del Laboratorio de Ozono y Radiación Ultravioleta del Centro Austral de Investigaciones Científicas (Cadic).

Díaz presentó recientemente los hallazgos en Ushuaia, durante la presentación del Año Polar Internacional (API 2007/8). Con 10.000 investigadores de 50 países y un presupuesto de 1000 millones de dólares, el API es el máximo esfuerzo científico de la historia para conocer los rumbos del cambio global. El informe completo del SAP será presentado públicamente a fines de año. Según ese texto, la humanidad acaba de lograr su primer éxito en materia de administración racional de una biosfera en crisis. "Acabamos de demostrarnos que podemos revertir nuestros propios megadesastres", dijo Díaz.

Si la depleción mundial de la capa de ozono fue obra de más de medio siglo de contaminación de la estratosfera con gases industriales de tipo CFC (clorofluoruros de carbono), su recuperación surgió del Protocolo de Montreal, firmado en 1986. El documento prohibía la fabricación y emisión de CFC: gases imprescindibles para industrias como la del frío, que han sido sustituidos progresivamente por otros gases.

Víctimas de los CFC

La capa de ozono se encuentra entre los 15 y los 50 kilómetros de altura, donde las moléculas de oxígeno, formadas por dos átomos, se disocian por el impacto de la radiación UV del sol y se reordenan en moléculas más inestables, formadas por tres átomos. Ese es el famoso ozono que, en la estratosfera, absorbe UV dañino y lo reemite en forma de la radiación más inofensiva.

La capa empezó a deteriorarse en 1930, cuando la industria adoptó los CFC, una compleja familia de hidrocarburos fluorados y clorados artificiales. Una de muchas virtudes de estos "freones" y "gases de las heladeras" era su enorme estabilidad química. De modo que al escaparse por evaporación de las heladeras en desuso no contaminaban. O eso se creía.

Fue un error: la estabilidad química de los CFC hizo que a lo largo del siglo XX millones de toneladas de freones fueran migrando sin alteraciones desde la troposfera -la capa inferior de la atmósfera- hasta la quietud de la estratosfera, que empieza a los 12 kilómetros de altura. En ese ambiente es donde los CFC, golpeados por la luz UV, literalmente escupen cloro en forma de radicales libres de óxido de cloro. Y cada uno de estos radicales de cloro puede destruir unas 300.000 moléculas de ozono.

Esto pasó de sospecha académica a comprobación flagrante entre 1985 y 1987, cuando se confirmaron caídas estrepitosas del ozono en la Antártida. Una serie de circunstancias estrictamente locales estaban haciendo que la Antártida "sobreactuara" un fenómeno por demás global.

Durante el invierno, este continente queda rodeado de una muralla de vientos huracanados que aísla la atmósfera local de la del resto del planeta. En ese encierro, los niveles de CFC se concentran en la noche invernal. En primavera, cuando sale el sol por primera vez en meses, la luz UV golpea las moléculas de CFC, que empiezan a liberar cloro y a destruir el ozono.

Dado que el agujero antártico es sólo la expresión hiperaguda de un fenómeno mundial, la verdadera noticia es que, gracias al acuerdo de Montreal, la cantidad de CFC en toda la estratosfera planetaria extrapolar se estabilizó. Lentamente, si no se incurre en nuevas emisiones, la protección anti-UV de todo el planeta irá volviendo a sus niveles de los años 80.

Artículo publicado el 20/09/06
Por Daniel Arias
Para LA NACION

lunes, 21 de agosto de 2006

Parece que hay algún interés comestible por ahí arriba no???

Luca, Lisa y Luna 
"Profundas convicciones sin ser fanática, imaginativa pero no irreal, amorosa sin caer en sentimentalismos, disciplinada pero no sumisa"

-FROMM-