google-site-verification: googlecab4b1af395e201d.html

Páginas


Motor de Búsqueda

viernes, 13 de julio de 2012

Eutonía y enfermedades psicosomáticas


¿Qué enfermedades no entran en la carátula de psicosomáticas?
¿Hay enfermedades que no sean psicosomáticas?
¿Qué quiere decir somatizar?
Veamos;
Somatizar: convertir los problemas psíquicos en síntomas corporales.
Somatización: concretización de un conflicto psíquico en forma de un síntoma orgánico objetivo o subjetivo.
¿Como se produce el conflicto psíquico?
¿Tienen las emociones un papel preponderante para que esto ocurra?
¿Puede la eutonía tratar enfermedades psicosomáticas?

 

Desde la teoría reúne todas las condiciones para hacerlo, ya que el objetivo es despertar y cultivar la conciencia de la unidad psicofísica de cada individuo.
Eutonía toma de la ciencia, investiga, adopta y adapta, transforma, crea y recrea, entonces ella misma se convierte en una técnica de una plasticidad tal que puede trabajar en el campo de la salud, del arte, del deporte, de la rehabilitación física, teniendo resultados en el crecimiento psicológico, abarcando problemas neurológicos, ortopédicos y psicosomáticos.
¿Puede la eutonía llegar hasta el conflicto psíquico y curarlo?
Al practicar la eutonía el desarrollo de la sensibilidad profunda y superficial tiene influencia sobre los procesos involuntarios que regulan el tono muscular y las funciones vegetativas, en el nivel físico lleva a percibir el funcionamiento orgánico, el conocimiento de las leyes biológicas y como éstas funcionan en cada uno de nosotros, y a nivel psicológico lleva a la persona al contacto consigo misma. 
Las experiencias psicológicas y/o físicas quedan impresas en la estructura y en la memoria del cuerpo, esto es lo que sostienen tanto la teoría somatopsíquica que dice que el estado del cuerpo afecta al funcionamiento emocional, intelectual y reflexivo, a la conciencia  y a todas las actividades psicosociales del individuo y por ende los influencia, como la teoría psicosomática que encara al individuo como un todo en el que el psiquismo y el cuerpo  mantienen estrechas relaciones, ambas opinan que las emociones y los diversos procesos psicológicos afectan a las funciones físicas del cuerpo.
Dice Chiozza; los signos físicos de la enfermedad, o sus síntomas, son además símbolos inconcientes.
Que lo inconciente, en sí mismo, no es psíquico ni es somático, en el sentido que estas categorías son artefactos de la conciencia, es algo más que ambas cosas a la vez y agrega que lo psicosomático es aquello que se presenta a la conciencia por una doble entrada, como existente material perceptible y como significado inteligible.
La enfermedad es un modo de expresión del individuo, son sentimientos ocultos, y si hablamos de sentimientos no podemos dejar de hablar de las emociones, causantes principales de la manera en que nos enfermamos o nos curamos, de nuestro diario vivir, de nuestra forma de ser, de nuestro comportamiento y nuestro carácter.
Como dice Wallon que la emoción es la acción más confusa, más desordenada, más subversiva de nuestras relaciones con el medio, que en la emoción quedan aglomerados los restos de comportamientos anteriores, y de  la estrecha dependencia de la emoción a todo el sistema postural, reacciones tónicas de los músculos y de las vísceras, reacciones vegetativas y glandulares.
Si sumamos todo lo que se acumula en la edad en que no podemos manifestarnos, y mientras vamos creciendo reprimimos, ya sea por imitación, educación etc.,  creo que la conclusión es obvia , hemos hecho stock de emociones guardadas y ellas han hecho estragos con nuestro organismo.
Es así como la postergación de satisfacciones colma nuestro ánimo de anhelos incumplidos.
Ahora bien, planteado así parecería no tener un buen término, no tener solución, pero estas emociones pueden ser liberadas.
Si la emoción cualquiera que sea su matiz, tiene siempre por condición fundamental variaciones en el tono de los miembros y de la vida orgánica, aquí es donde la eutonía  hace aparición, y de como es posible llegar a la salud ampliando la mirada y la comprensión de ciertas enfermedades y de esta forma encontrando un camino para detectar los posibles orígenes.
Lo que sucede es que entre tono y actividad cerebral existen estrechas relaciones e interacciones constantes, el tono postural, el sistema neurovegetativo y el conjunto de las regulaciones fisiológicas están en interrelación estrecha con nuestro psiquismo, es por estas diferentes vías que en nuestro cuerpo se manifiesta lo consciente y lo inconsciente de nuestra personalidad.
De lo que se trata entonces es de no contemplar solo los síntomas de la enfermedad, sino a la totalidad del ser y  reconocer la íntima relación entre soma, psiquis y pneuma.
La conciencia de la unidad del cuerpo existe gracias a un equilibrio de las diferentes tensiones musculares, neurovegetativas, psíquicas. Y la pérdida de la unidad del cuerpo se debe a las variaciones de tensión de sus diferentes partes.
La eutonía es ante todo el resultado de experiencias vividas y percibidas.
Tomar conciencia del propio cuerpo es aceptar que se toma conciencia de lo que se ha vivido (o por lo menos una parte) y sentido por medio de él, también es aceptar que se pueden revivir las angustias olvidadas.
 “Aprender a percibir y percibirme, a identificar un dolor, a tomar conciencia de mis necesidades, reacciones ante situaciones de estrés, hábitos posturales, etc., observando atenta y minuciosamente los procesos corporales es el camino al autoconocimiento.”
pero surge otra pregunta: 
¿Puede un eutonista tratar estas enfermedades?:
No todos los eutonistas tienen la formación y experiencia necesaria para poder hacerlo, lo ideal sería  trabajar en equipo con médicos y psicólogos.  Así como  también pienso que un psicólogo o un médico debería trabajar en equipo con un eutonista, aportando cada uno desde su especificidad, logrando acuerdos y enriqueciéndose , aún así la persona puede decidir conservar la enfermedad y poner fin a su tratamiento o por el contrario renunciar a la enfermedad y proseguir la cura.
Tomar conciencia de que aquello que se calla con los labios no solo suele ser expresado con gestos o actitudes, sino también con el mismo funcionamiento de los órganos.
Que la enfermedad expresa o simboliza las vicisitudes de un momento biográfico que se atraviesa y ocurre en lugar de los sentimientos que se cree necesario ignorar.
Cuando aceptamos que lo psíquico influye sobre el cuerpo pensamos en lo psíquico como en una fuerza capaz de generar una alteración en la maquinaria que constituye nuestro cuerpo físico, nos cuesta creer que “por sí solo” pueda generar una enfermedad.
Es interesante saber que aquello que puede descomponer la maquinaria, cuando el motivo cambia, también la puede volver a componer.
La enfermedad es lo inconsciente que llega a la conciencia como un concomitante somático.
Dice Freud que lo psíquico puede existir privado de la propiedad de la conciencia.
Cuando se dice que un órgano habla, es porque esa fuente inconsciente se expresa a través de lo que la conciencia percibe como una transformación del órgano físico, así como otras veces lo hace a través de un mensaje verbal.
“La enfermedad actual es la mejor solución que el enfermo ha logrado, frente a la imposibilidad de integrar en la conciencia significaciones que son contradictorias”.
Se descubre que las enfermedades físicas son manifestaciones de un drama, oculto, que compromete la vida entera de la persona.
Y esto es muy interesante: a veces, desde la psicoterapia se pueden hacer desaparecer los síntomas de una enfermedad sin que la enfermedad misma haya mejorado. De un modo similar cuando la enfermedad “desaparece” por haberla “aislado” y “combatido”, como si se tratara de un problema que sólo afecta a una parte de la estructura física, el drama que se oculta en ella, suele, casi siempre, empeorar. La persona que, una vez operada con éxito, por ejemplo de una vesícula biliar, cuando ya podía “estar tranquila”, debe cambiar de especialista para tratarse la hipertensión arterial que le ha surgido.
“Por eso el drama que la enfermedad oculta lleva siempre implícita, una interpretación de la realidad que rodea la vida. Esa interpretación es un “mapa” del mundo cuyo “estilo”, en su mayor parte, se adquiere en la infancia, pero cuyos efectos se van consolidando durante el transcurso de la vida, hasta culminar, para bien o para mal, en un determinado punto”.(Chiozza).
Nos enfermamos porque nos ocultamos a nosotros mismos una historia cuyo significado nos es insoportable. Y la enfermedad es una respuesta simbólica que procura inconscientemente, alterar el significado de esa historia, o, lo que es lo mismo su desenlace.
“En el fondo de una persona que presenta una afección somática crónica hay una agresividad enorme que para no destruir el mundo exterior se destruye en el interior de sí mismo”(Denise Digelmann).
Somos un cuerpo que funciona como  un delicado mecanismo de relojería, y vivimos una existencia cargada de emociones que son personales, propias de nuestra manera de ser particular.
Lo único que en estricto y riguroso sentido importa, son los afectos, porque actuarían como una especie de “bisagra” que articula los territorios “psíquico” y “somático”, por un lado es un “recuerdo” psíquico, por el otro una “descarga” real somática.
Casi todos los estudios realizados sobre la fisiología de los afectos se refieren a la relación entre sistema nervioso y los cambios motrices, secretorios, vasculares, etc, que configuran la descarga emocional y giran alrededor de dos teorías principales: las periféricas que vinculan la emoción con las reacciones víscero-glandulares, y las centrales, que sostienen que la emoción está condicionada por el sistema nervioso._
Cada emoción distinta es un movimiento vegetativo que proviene de una excitación nerviosa que se realiza de una manera típica.
“La emoción, como descarga motora vegetativa, es un proceso en el cual el elemento vasomotor tiene una participación tan preponderante que, de acuerdo con las leyes inconscientes que rigen a los procesos de representación, este elemento vasomotor puede, y suele, arrogarse la representación de la emoción completa”.
Es a  través de este trabajo que encontré una relación  entre psicología y eutonía, a mi criterio forman una unidad, se retroalimentan, y  se contienen recíprocamente.

Bibliografía consultada:

Enciclopedia de la psicología y la pedagogía, ed. Sedmay-Lidis, España
Diccionario de Psicoanálisis, Jean Laplanche-Jean-Bertrand Pontalis
La eutonía de Gerda Alexander
Conversaciones con Gerda Alexander, Violeta Hemsy de Gainza
La eutonía de Gerda Alexander, Dense Digelmann
Eutonía, educación del cuerpo hacia el ser, Berta Vishnivetz
¿Por qué enfermamos?, Luis Chiozza
Los sentimientos ocultos en........., Luis Chiozza y colaboradores
Los orígenes del carácter en el niño, Henri Wallon
La función del orgasmo, W. Reich
Apuntes de psicología entregados en las clases por la licenciada en psicología Laura Cagnoni

1 comentario: